Decidirse por una salsa italiana u otra es más difícil de lo que parece. Hay una gran variedad: bolognesa, carbonara, arrabiatta, pesto, quattro formaggi, puttanesca, etc. Y además hay muchas formas de prepararlas y cada cocinero tiene su receta. Hoy, Il Cratere del Gusto te enseña a preparar algunas de las salsas más típicas de Italia para acompañar la pasta de la forma más tradicional. Además veremos algunos aderezos que puedes utilizar y crear platos de pasta excelentes como si fueras un auténtico italiano.
La salsa bolognesa
La salsa bolognesa es, quizás el símbolo más fuerte de la cocina italiana y si la realizas bien, puedes acertar siempre. Cada cocinero tiene su receta particular, pero nosotros os contaremos cómo prepararla para acercarse lo máximo a la receta original y tradicional. Calienta mantequilla y aceite de oliva en una cazuela. Echa a la cazuela cebolla, apio, zanahoria y carne pero también sal y pimienta al gusto. Mezcla bien y cuece estos ingredientes a fuego lento durante unos minutos hasta que los ingredientes se queden tiernos y la carne tenga un aspecto dorado. Después puedes añadir una cucharada de concentrado de tomate. Para finalizar, tapamos la cazuela, dejamos que se cueza todo a fuego lento e ir añadiendo agua caliente para evitar que se quede seca.
La salsa carbonara
La segunda reina de la gastronomía italiana es la salsa carbonara. Una buena salsa carbonara lleva mantequilla, panceta, ajo, huevos, queso parmesano, queso pecorino, sal y pimienta. Lo primero que tendrás que hacer es fundir la mantequilla y freír la panceta y el ajo hasta que se dore. Quita el ajo y añade la pasta previamente cocida a la panceta. Después apaga el fuego y añade huevos batidos, parmesano, pecorino y la pimienta. Esta receta es muy sencilla, tradicional, original y no necesita nada de nata.
La salsa napolitana
La salsa napolitana o marinara es una salsa sencilla y perteneciente a la gastronomía tradicional de Campana. Esta receta es una mezcla entre el sabor dulce del tomate fresco italiano y el sabor agridulce del vino tinto. Para realizarla sofreímos ajo y cuando esté dorado añadimos cebolla, apio y zanahoria picada muy fina. Añadimos el tomate previamente triturado, salpimentamos y añadimos el vino. Déjalo cocer con un poco de laurel y albahaca. Es posible que a medida que se vaya cociendo nos percatemos de que la salsa tiene un sabor ácido. Un buen truco para rectificar este sabor es añadir un poco de azúcar.
La salsa parmesana
Por último, hablaremos sobre un clásico de la cocina siciliana: la salsa a la parmesana. Esta cremosa salsa se prepara con berenjenas, tomates maduros, sal, albahaca, aceite de oliva virgen extra y queso ricotta. Si eres un amante del queso esta es la salsa que debería acompañar a tus pastas.