Vittorio Gialone es el alma máter y la cara visible de Il Cratere del Gusto. Hoy, en esta breve entrevista, os contamos su interesante historia:
P. Cuéntanos un poco sobre tu historia, tu vida y sobre cómo llegaste a España.
R. Crecí en un pueblo de Nápoles, a lado de mar; este pueblo se llama Bacoli, hace parte de los famosos Campi Flegreii y hace tiempo era la residencia de verano de la alta clase del imperio romano, incluidos varios emperadores.
Hoy en día es un precioso pueblo turístico que atrae mucha gente, sobre todo de Nápoles, así que es un pueblo de hosteleros y yo, como varios miembros de mi familia, empecé a trabajar en la hostelería desde los 13/14 años. Al principio los fines de semana o los veranos y después de la escuela.
En fin, después de un periodo de 12 años en EE.UU. vine aquí, a Madrid, por vacaciones y me enamoré, y no solo de Madrid… (risas) Así que me quedé.
P. ¿Cuándo te diste cuenta de que había llegado el momento de emprender y abrir tu propio restaurante?
El tiempo va pasando y, de vez en cuando, te pone en una encrucijada. Pues bien, la pasión por la hostelería ganó y me llevó hasta los Estados Unidos de América, un lugar del mundo muy dinámico, muy innovador y con unas posibilidades enormes de aprender y luchar por tus sueños.
Así fue cómo a los 21 años me mudé a EE.UU. y dos años después monté con mi querido hermano Giuseppe nuestro primer local de comida italiana auténtica.
P. ¿Qué significa para ti Il Cratere del Gusto?
Il Cratere del Gusto es un auténtico restaurante italiano en Madrid, donde degustar cocina italiana de calidad y donde encontrarás un equipo alegre, dinámico y profesional. Entre nosotros, hay un chico de Roma, otro de Catania y, por supuesto, un Napolitano como yo.
También es un equipo multicultural, con personas de España y de otras partes del mundo.
P. ¿Cómo surgió la idea de abrir este restaurante y por qué te lanzaste al reto?
Una vez, un gran cantante italiano dijo: “es bonito ver que donde acaban mis dedos, empieza, de alguna manera, una guitarra”. Pues yo también digo que me alegro de que, donde acaban mis dedos, empieza, de alguna manera, una pizza o un plato de pasta, y que se convertirán en una gran sonrisa de algún cliente, antes y después de saborearla.
P. Ahora Il Cratere es una realidad, ¿qué ha sido lo más complicado de este proceso en el que hay que convertir una idea en algo tangible?
Déjame que te lo explique con un ejemplo: como vengo de un pueblo de pizza, música y mar, imagina que una persona está sobre una roca a lado del mar y desea entrar en el agua. La roca es alta y el mar se mira un poco lejos, hay otras personas nadando y, quizá esto te da un poco más de confianza, y con un poco de inconsciencia e ilusión te tiras desde la roca. Pues bien, lo complicado es nadar en cualquier circunstancia en la que pueda encontrar el mar.
P. ¿Y qué es lo más satisfactorio?
Para mí, lo más satisfactorio es ver que hay muchos clientes que repiten una y otra vez, o los que vienen de fuera y se alegran de habernos encontrado. Es la misma emoción de un artista que ve el teatro lleno, por poner una idea de ejemplo.
P. ¿Cómo es tu día a día en Il Cratere del Gusto con el equipo?
Afortunadamente, me siento como un jugador de fútbol que entra en el campo a jugar junto con mi compañeros. Simplemente muy afortunado.
P. ¿Qué tiene Il Cratere del Gusto de especial?
Vittorio Gialone es el alma máter y la cara visible de Il Cratere del Gusto. Hoy, en esta breve entrevista, os contamos su interesante historia:
P. Cuéntanos un poco sobre tu historia, tu vida y sobre cómo llegaste a España.
R. Crecí en un pueblo de Nápoles, a lado de mar; este pueblo se llama Bacoli, hace parte de los famosos Campi Flegreii y hace tiempo era la residencia de verano de la alta clase del imperio romano, incluidos varios emperadores.
Hoy en día es un precioso pueblo turístico que atrae mucha gente, sobre todo de Nápoles, así que es un pueblo de hosteleros y yo, como varios miembros de mi familia, empecé a trabajar en la hostelería desde los 13/14 años. Al principio los fines de semana o los veranos y después de la escuela.
En fin, después de un periodo de 12 años en EE.UU. vine aquí, a Madrid, por vacaciones y me enamoré, y no solo de Madrid… (risas) Así que me quedé.
P. ¿Cuándo te diste cuenta de que había llegado el momento de emprender y abrir tu propio restaurante?
El tiempo va pasando y, de vez en cuando, te pone en una encrucijada. Pues bien, la pasión por la hostelería ganó y me llevó hasta los Estados Unidos de América, un lugar del mundo muy dinámico, muy innovador y con unas posibilidades enormes de aprender y luchar por tus sueños.
Así fue cómo a los 21 años me mudé a EE.UU. y dos años después monté con mi querido hermano Giuseppe nuestro primer local de comida italiana auténtica.
P. ¿Qué significa para ti Il Cratere del Gusto?
Il Cratere del Gusto es un auténtico restaurante italiano en Madrid, donde degustar cocina italiana de calidad y donde encontrarás un equipo alegre, dinámico y profesional. Entre nosotros, hay un chico de Roma, otro de Catania y, por supuesto, un Napolitano como yo.
También es un equipo multicultural, con personas de España y de otras partes del mundo.
P. ¿Cómo surgió la idea de abrir este restaurante y por qué te lanzaste al reto?
Una vez, un gran cantante italiano dijo: “es bonito ver que donde acaban mis dedos, empieza, de alguna manera, una guitarra”. Pues yo también digo que me alegro de que, donde acaban mis dedos, empieza, de alguna manera, una pizza o un plato de pasta, y que se convertirán en una gran sonrisa de algún cliente, antes y después de saborearla.
P. Ahora Il Cratere es una realidad, ¿qué ha sido lo más complicado de este proceso en el que hay que convertir una idea en algo tangible?
Déjame que te lo explique con un ejemplo: como vengo de un pueblo de pizza, música y mar, imagina que una persona está sobre una roca a lado del mar y desea entrar en el agua. La roca es alta y el mar se mira un poco lejos, hay otras personas nadando y, quizá esto te da un poco más de confianza, y con un poco de inconsciencia e ilusión te tiras desde la roca. Pues bien, lo complicado es nadar en cualquier circunstancia en la que pueda encontrar el mar.
P. ¿Y qué es lo más satisfactorio?
Para mí, lo más satisfactorio es ver que hay muchos clientes que repiten una y otra vez, o los que vienen de fuera y se alegran de habernos encontrado. Es la misma emoción de un artista que ve el teatro lleno, por poner una idea de ejemplo.
P. ¿Cómo es tu día a día en Il Cratere del Gusto con el equipo?
Afortunadamente, me siento como un jugador de fútbol que entra en el campo a jugar junto con mi compañeros. Simplemente muy afortunado.
P. ¿Qué tiene Il Cratere del Gusto de especial?
La autenticidad y la veracidad, aunque han pasado muchos años, hacemos las cosas con el mismo espíritu del primer día. Sabemos que la pasión, el esfuerzo y (¿por qué no?), la bravura, nos permitirá a cada uno de nosotros alcanzar todos nuestros sueños.