Comer pasta a diario no quiere decir que no hayas a tener una dieta equilibrada. Esto se debe a que hay muchos tipos de salsas que pueden acompañar a la pasta y si además las guardas en el congelador, te ahorrarás mucho tiempo. Lo primero que hay que pensar es en el tipo de pasta que prefieres, ya que de ello dependerá la salsa. Lo importante de una buena pasta con salsa es un balance perfecto en cuanto a la textura. Como a veces es difícil encontrar el equilibrio, Il Cratere del Gusto te dará algunos consejos.
Hay muchos tipos de salsas y como antes hemos dicho, estas deben combinar a la perfección con el tipo de pasta que elijas. Puedes optar por las salsas ligeras, espesas, verdes o blancas y con bacon, jamón o salchichas. Las salsas ligeras son las que llevan tomate fresco, aceite, ajo y en ocasiones marisco. Este tipo de salsa combina muy bien con espaguetis finos o medios. Las salsas espesas son aquellas que llevan muchos condimentos o ragú de carne. Son un tipo de salsa que se comen con una pasta gruesa, larga y consistente.
Tipos de salsas originales de italianas
Las salsas verdes o blancas llevan setas y son perfectas con tallarines y cintas. Si eres de los que les gusta más lo tradicional, es decir, los macarrones y las pastas con forma de pluma, puedes optar mejor por las salsas con bacon, jamón y salchichas. No obstante, en pocos países saben preparar una buena pasta como en Italia. La calidad de la materia prima es muy importante en la elaboración de la pasta y aunque la receta de la buena pasta consiste simplemente en harina, agua, sal y huevos, dejarla al dente no es fácil. Pero de esto hablaremos en otro momento.
La boloñesa es la salsa italiana por excelencia y como bien indica su nombre, es originaria de Bolonia. Esta salsa, también llamada ragú, lleva carne picada, tomate y algunas hortalizas como la cebolla, zanahoria y apio. La carbonara es originaria de Roma y su receta consiste en panceta, huevo, queso parmesano, aceite de oliva y pimienta negra. Aunque en España y en muchos otros países la carbonara se hace con nata o crema de leche, la receta tradicional no lleva ninguna de las dos.
La salsa siciliana es una de las salsas que, al igual que la carbonara, a veces se realiza de forma incorrecta. Algunas recetas se hacen a base de tomate, anchoas y aceitunas. No obstante, la verdadera receta de salsa siciliana consiste en berenjena, queso ricotta, cebolla y ajo; y para darle un toque de sabor, guindilla y tomate. Esta salsa es tremendamente sabrosa, saludable y fácil de realizar. Pero si lo que te gusta es el picante, deberías probar la salsa arrabiata, cuyo nombre podría traducirse como furioso. Esto se debe al sabor picante que tiene esta salsa (con albahaca, ajo, aceite de oliva, tomate y chile rojo).